EL CUERVO (POEMA)
El cuervo sigue a un narrador sin
nombre, que al principio está sentado leyendo «un raro infolio de olvidados
cronicones», con la intención de olvidar la pérdida de su amada Leonora. Un
«golpeteo en la puerta de su habitación» no revela nada, pero incita al alma a
«encenderse».Se oye un golpeteo similar, ligeramente más fuerte, esta vez en la
ventana. Cuando el joven va a investigar, un cuervo entra a su habitación. Sin
prestar atención al hombre, el cuervo se posa sobre un busto de Palas.
Divertido por el comportamiento del ave, cómico y serio a la vez, el hombre le
pregunta su nombre. La única respuesta del cuervo es: «Nunca más». El narrador
se muestra sorprendido ante la capacidad del ave para hablar, si bien no dice
otra cosa. Supone que el cuervo aprendió a decir «nunca más» de algún «amo
infeliz», y que es lo único que sabe decir. El narrador comenta que su «amigo»
el cuervo pronto se irá volando de su vida, así como «otros amigos se han ido
volando antes» junto con sus esperanzas. Como contestándole, el cuervo vuelve a
decir: «nunca más». El narrador se convence de que esa única palabra,
Nevermore, «nunca más», posiblemente adquirida de un viejo amo con mala suerte,
es lo único que puede decir.
ANÁLISIS
Poe escribió el poema como una
narrativa, sin crear intencionalmente una alegoría o caer en el didactismo. El
tema central del poema es la devoción sin fin. El narrador experimenta un
perverso conflicto entre el deseo de recordar y el deseo de olvidar. Parece
sentir algo de placer en enfocarse en su pérdida. El narrador asume que «nunca
más» es lo único que logra retener el ave, y aun así continúa haciéndole
preguntas, sabiendo cuál será la respuesta. Sus preguntas, entonces, son
deliberadamente autodespreciativas y lo llevan aún más a ese sentimiento de
pérdida. Poe no deja en claro si el cuervo en realidad entiende lo que dice o
si su intención es crear una reacción en el narrador del poema. El narrador
comienza débil y cansado, se torna desconsolado y arrepentido antes de pasar a
la histeria y, al final, a la locura. Christopher F. S. Maligec sugiere que el
poema es un tipo de paraclausithyron elegiaco, una forma poética desarrollada
por los grecorromanos que consiste en el lamento de un poeta frente a la puerta
cerrada de su amada.
COMENTARIO
Alguien, protagonista junto al cuervo del poema (en
realidad no aparecen más personajes), se encuentra en una habitación intentando
leer un viejo libro y apesadumbrado por el recuerdo de la difunta amada,
Leonora.
En la noche de tormenta, oye ruidos, y se dirige a la
puerta, en la que nadie aguarda. Entonces se percata de que los sonidos no
provienen de la puerta, sino de la ventana, por donde un cuervo se a colado en
la estancia.
En un principio divertido, pregunta su nombre al pájaro,
y éste responde… “nunca más”.
Se suceden las preguntas, que siempre obtienen la misma
respuesta por parte del ave, respuesta que probablemente conforma la totalidad
de su repertorio, y nuestro personaje se tortura preguntando y conociendo
anticipadamente la respuesta.
Al final, el cuervo permanece allí, no marcha, torturando
para siempre al preguntón personaje, a modo de recordatorio de su desdicha, de
su amor perdido que no volverá nunca (más).
Es un poema que te hace reflexionar sobre su significado,
por lo aparentemente simbólico de todo ello. El estilo trascendental hace que
se le conceda un presumible significado oculto a toda la composición que sin
embargo, a mi personalmente, se me escapa, por esto me a sorprendido la
descripción del proceso de composición del autor, que nos confiesa que no a
habido nada de “extraordinario” en él, sino que todo fue lógicamente meditado
para conseguir llegar a crear una obra que cumpliera los requisitos
auto-propuestos.